El alfabeto latino

Después de haber hablado del origen y la procedencia del latín, vamos a pasar a tratar el alfabeto latino. 

El alfabeto latino procede del alfabeto etrusco. En el siglo VIII a. C., los griegos tomaron el sistema de escritura de los fenicios. En ese siglo, los griegos estaban asentados en las tierras del sur de Italia, que entraron en contacto con los etruscos y éstos recibieron el alfabeto, transmitiéndolo a los romanos. 





En un principio, en el alfabeto latino únicamente existían las mayúsculas. Fue hacia el siglo III d. C cuando aparecieron las minúsculas, que permitían mayor agilidad y rapidez al escribir. Fue en la Edad Media cuando se produjo el verdadero desarrollo de las minúsculas. 

Uno de los primeros testimonios escritos en latín que se encontraron fue la conocida "Fíbula de Prenestre", datada en el siglo VII a. C. Aunque se pensó que era una falsificación, un estudio de 2011 probó claramente su autenticidad. La frase que se encuentra en la fíbula prenestina aparece escrita de derecha a izquierda, como es normal en las inscripciones latinas arcaicas, en mayúsculas y sin espacios. En el texto se ve lo siguiente: 


MANIOS MED FHEFHAKED NVMASIOI
"Manio me hizo para Numerio". 



Bibliografía: Libro de texto: Cañizares Ferriz, P., y Martínez García, O., Latín 4º ESO, SM.  

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