Las declinaciones

¿Conocías alguna lengua que utilizara el sistema de declinaciones? ¡El latín es una de ellas!

Una vez que ya hemos tratado en las anteriores entradas algunos temas, como el indoeuropeo o el alfabeto latino, que nos aproximan un poco más al gran mundo del latín, vamos a pasar de lleno a su morfología.
Como he dicho, el latín es una lengua que funciona con un sistema de declinaciones, esto es, un conjunto de formas con el que se declinan los sustantivos, adjetivos, pronombres y determinantes del latín. El número de declinaciones que posee esta lengua es 5, dividiéndose a la vez cada una en seis casos: nominativo, vocativo, acusativo, genitivo, dativo y ablativo. Estas cinco declinaciones se pueden dividir de la siguiente manera:

- Declinación de los temas en -a (primera declinación).
- Declinación de los temas en -o (segunda declinación).
- Declinación de los temas en - i o vocal y en consonante (tercera declinación).
- Declinación de los temas en -u (cuarta declinación).
- Declinación de los temas en -e (quinta declinación).

Las declinaciones permiten distinguir el género de las palabras (masculino, femenino o neutro) así como su número (singular o plural). Una ventaja que podemos señalar de la utilización del sistema de declinaciones en una lengua es que con los casos podemos distinguir la función sintáctica que pueden desempeñar cada palabra en una oración. Así encontramos:

- Nominativo: sujeto o atributo.
- Vocativo: vocativo.
- Acusativo: complemento directo.
- Genitivo: complemento del nombre.
- Dativo: complemento indirecto.
- Ablativo: complemento circunstancial.

Aquí os dejo un vídeo complementario a esta entrada para que vayáis comprendiendo mejor las declinaciones: